TODA PRENDA ES POLÍTICA

25 de febrero de 2014

Hoy comienza el Buenos Aires Fashion Week. En verdad, la apertura fue a cargo de Benito Fernández el jueves anterior y por varios motivos, no pudimos asistir al estacionamiento de Paseo Alcorta, locación del desfile.

Este post podría ser meramente informativo, periodístico, argumentativo de estilo, pero son todas formas que no me sienten cómodas. Porque de algún modo estaría siendo cómplice a cosas que observo y contemplo, con las que no estoy de acuerdo.

En principio porque no soy una blogger a la que le pagan por cubrir BAF. Con esta aclaración no insulto a nadie, ya que muchas colegas que aprecio realizan este tipo de coberturas, y no lo critíco, simplemente quería aclararlo.

Porque no tenemos sponsors y por ende, aunque suene irreverente, no tengo que ser políticamente correcta.

Con esto voy a la noción de que siempre creí y creo, que en este país, hay mucho pero mucho talento en todos lados, y en este espacio dedicado en este momento a la estética, a lo textil y al diseño, confío en que nos sobra potencial. Pero aquí todas no vamos al trabajo vistiendo alta costura ni conceptos fantásticos, para el día a día.

Aquí compramos prendas que nos gustan, pero sobretodo, que podemos comprar. Y el problema es que en este momento: qué complicado está comprar. Todo. Sea básicos, sea tendencia, sea lanas made in Perú, importado o nacional. Del otro lado nos dicen: está muy caro diseñar. Que las telas. Que no importan. Que no tenemos estructura textil grande ni fuerte. Yo creo que el problema, uno de los tantos, es el último. Porque no sólo fuimos Modelo Agro-exportador en materia de vacas, sino también en la moda. Y ese amigas, es un precio muy muy costoso, que no se resuelve de forma rápida.

Por un lado entonces, tenemos una industria que al no disponer de telas propias, importa. Lógicamente esta decisión económica ha ocasionado que nuestra industria sea cada vez más pobre, eso explica la decisión de frenar esa importación salvaje que no nos permite, industrializarnos.

Suena tan sencillo y sin embargo nadie quiere entenderlo. Resulta también que detrás de la explicación pragmática y económica, también hay todo mundo de símbolos que explican nuestros comportamientos. Porque al argentino le encanta la ropa «de afuera». Porque las telas de «afuera» son mejores. Y el diseño, obvio, también-

Pero este mensaje es también muy contradictorio. Porque en Argentina un H & M no funciona. Y yo me pregunto: Por qué? Porque no quieren invertir en el país? No se lo permiten? Y ambas razones quizás, sean válidas. Pero encuentro otra excusa más: al argentino, dentro del interior de su mercado, le encanta, pero le encanta, pagar mucho dinero por pertenecer. Y no es lo mismo comprar una camisa de vamos a suponer, $10 dólares, en el Fashion District de New York que en Avenida Santa Fe y Callao a unos, 100 pesos aproximados.

Porque eso explica que marcas que tienen un target, masivo, cobren locuras. Copian moldes idénticos. Gráficas literales. Vidrieras de principales ciudades del mundo. Y todas sabemos que verlo en primera persona, y me pasó, es terrible, pero todas usamos redes socials y chusmeamos webs y blogs de diseñadores y marcas que nos gustan. Y las copias y el horror, están a la vista de todos. Es una globalización de la chantada.

Hoy leí en algunos diarios la causa que tiene el hermano de Awada por trata de personas, esclavitud, en sus emprendimientos textiles de la reconocida marca que porta su apellido. No son los únicos. Porque la globalización de la chantada, y del horror, en nuestros pagos, esclaviza a indocumentados de países limítrofes. Al débil que está cerca y nos queda cómodo. Pero USA hace lo mismo. Europa también. Asia es su gran galpón ilegal. Yo me pregunto, cuando compro esa camisa a diez dólares made in Vietnam: che, estoy apoyando el trabajo ilegal infantil. Porque es obvio, que así es. También pienso, pasa en Argentina, pasa en Estados Unidos, porque en definitiva, así actúan los bloques de poder: aplastando al que pueden.

Entonces, todos, cuando hoy vaya al BAF y me digan que la moda no es política, que es tendencia, que una bota se llama en un término inglés inventado y ordinario, yo les digo, si todo preso es político, toda la ropa: es política.

Lamentablemente, es complejo escapar de esto. Porque cuando nos probamos una prenda y sentimos si nos gusta, sino, no miramos el made in, y dejamos un poco el sentido crítico. Porque si, existen diseñadores que tienen mucha conciencia crítica, que tienen ideas sustentables y no esclavizan, seguro que los hay, pero no son los que triunfan ni en ventas ni en cantidad de locales y ni siquiera, y esto es lo más triste, en concepto a imitar.

Yo siento que la moda, es muy triste. Que los precios, son una estafa. Que si el mundo es bastante choto, la estética no viene a iluminar esa miseria. Entonces, perdónenme aficionados de moda, cuando no publico con alegría desfiles y tendencias. Siento que estamos para otras cosas.

@CanelleSanchez

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